El ritmo de vida de las personas en la actualidad tiende a ser muy rápido, con constante estrés, debido a la gran cantidad de actividades y procesos mentales que son requeridos para los pendientes diarios. El estilo actual de vida contrasta con el implantado en décadas pasadas, el cual era más lento, con actividades bien definidas y con una espontaneidad casi nula (solo vista en unos pocos emprendedores, que atrevían a salirse de los estándares muy marcados de la época). La vida en años anteriores tendía más al esfuerzo físico, y no tanto al mental, por lo que, al término de las actividades realizadas, comúnmente la persona salía exhausta, pero con la libertad de relajarse el resto del día. A día de hoy, los casos de ansiedad, nerviosismo y de insomnio se han multiplicado, producto de la pérdida de la capacidad de relajación y aumento del estrés por cargas mentales muy grandes.
El día de hoy hablaremos del insomnio, un problema muy recurrente en estudiantes y adultos de todo el mundo.
¿Qué es el insomnio?
En rasgos generales, el insomnio es definido como un problema que causa dificultades en la conciliación del sueño, siendo los más frecuentes, el no poder dormir en un tiempo menor a 30 minutos (número que es señalado por los estudiosos, como el tiempo adecuado para el inicio del sueño de una persona), o bien, la intermitencia en el proceso del sueño (el afectado por insomnio despierta varias veces durante la noche, sin causa aparente, lo que hace que el tiempo de descanso se reduzca considerablemente).
Sabiendo esto, podemos dividir el insomnio en dos clases:
- Insomnio agudo: Las dificultades para dormir solo se presentan en un lapso específico, por ejemplo, una semana, un mes, una jornada laboral muy demandante, etc. Este tipo de insomnio comúnmente se debe a la preocupación causada por problemas personales, familiares o laborales, o bien, por un cambio repentino del ciclo circadiano del sueño, como los producidos por el jetlag.
- Insomnio crónico: Se considera que ya se tiene este tipo de insomnio, cuando los problemas para dormir sobrepasan lapsos específicos, o se prolongan a lo largo de mucho tiempo (más de un mes aproximadamente)
Causas
- Emergencias médicas: Problemas estomacales, cardiovasculares, renales, e incluso medicamentos que puedan cortar las horas de sueño e impedir que este se concilie normalmente.
- Causas específicas: Los trastornos psicológicos relacionados al insomnio como la depresión y ansiedad, agravan considerablemente las dificultades de conciliación de sueño y merman la energía del afectado, haciendo sentir que el sueño sea poco reparador.
Pese a lo anterior, es difícil identificar en ocasiones las causas del insomnio, pues podría deberse a varias causas juntas, y no a una sola (como sería el caso de una persona ansiosa con estrés laboral y problemas personales). Arreglar estas situaciones es complejo, y por ello el insomnio es especial en cada persona.