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¿Cómo identificar a una persona adicta?

Drogas, adicción, adicciones
Cuando mencionamos la palabra “Adicción” o catalogamos a un sujeto de ser un “adicto”, inmediatamente pensamos en sustancias estimulantes, como los alucinógenos, la marihuana, el tabaco, el alcohol, la morfina, la cocaína, etcétera… Pero ¿Cuáles son las consecuencias de ser adicto? ¿Existen patrones de conducta que acompañan al paciente? Hoy hablaremos de todo ello.
 

 

 
Tener una adicción implica un consumo o exposición a algo de manera repetida, generando un hábito o frecuencia en el consumo (inclusive creando patrones para su consumo, es decir, una hora específica, dosis, tiempo de consumo, en qué situación, entre otros patrones repetitivos). Asimismo, en casos donde el hábito de consumo proviene de mucho tiempo atrás, el sujeto puede saber que el consumir la sustancia, producto, servicio, al que son adictos, es perjudicial para su salud (en el caso que lo sea), costoso (pues es un gasto extra) e inclusive, ilegal (cuando hablamos por ejemplo de sustancias como la heroína o la marihuana). No obstante, pese a estar en plena conciencia de su adicción, la pueden seguir consintiendo, o bien puede que el sujeto busque su rehabilitación (como sucede con los adictos al alcohol, que recurren a los grupos anónimos o clínicas de rehabilitación).
 
Patrones de conducta   
Cuando se habla de una adicción es imposible dejar a un lado términos como la dependencia, el abuso en el consumo o los actos desesperados que realizan los adictos; los tres puntos señalados son las características principales de las adicciones.
  1. La dependencia se toma de la mano con la tolerancia (el paciente tolera su adicción, de forma que la “deja pasar” como también aumenta progresivamente la cantidad consumida, la periodicidad, con el fin de poder sentir en mayor cantidad los efectos). En casos donde el grado de tolerancia resulta extremo, se podría llegar a un fatal estado de intoxicación o bien a una resistencia enorme a los efectos de la sustancia.
  2. Si el paciente no puede consumir habitualmente la sustancia, llegando al punto de parar el consumo, entonces ocurre la abstinencia y su consecuente sintomatología. Entre esta se encuentra la obsesión con la sustancia, el deterioro en las actividades del paciente y la búsqueda a toda costa de volver a conseguir la sustancia; al paciente no le importa si su adicción podría causarle daños.
  3. De la misma forma, la adicción suele también arraigar en el paciente un deseo latente de reducción del consumo de la sustancia, pues en estas ocasiones, el sujeto toma en cuenta sus propios pensamientos que tiene sobre las consecuencias que podría tener de seguir con su adicción. No obstante, en este punto es donde suceden las conocidas “recaídas”, es decir la pérdida del control de uno mismo, seguido de la reanudación del consumo.
  4. Cuando una persona es adicta, esta dedica mucho tiempo a las actividades necesarias para conseguir la sustancia. Las actividades podrían ir desde el conseguir dinero para la compra de la sustancia, hasta el contrabando o citas ilícitas que pudiera agendar con vendedores. Con ello se produce una desatención a las obligaciones personales del paciente, como podría ser su relación de pareja, familia, o trabajo, e inclusive, cortando lazos de amistad llegando al aislamiento.
  5. El paciente recae en una justificación incansable de su consumo. Se le escucha decir frases como “Yo solo soy adicto, porque tengo muchos problemas” “No tengo ninguna adicción, estoy sano” “Ese es mi estilo de vida y no tengo ningún problema por llevarlo”. Esta conducta se debe nuevamente a la dependencia por sustancia; el sujeto usa esto como un mecanismo de compensación o de superación de situaciones, pues estas podrían aliviar los estados emocionales dolorosos, o bien, el sujeto podría llegarse a sentirse incompleto si este no consume la sustancia causante de la adicción.

 

Ahora que sabes estos patrones de conducta ¿Qué opinas?