Definamos al psicópata exitoso como:
“El sujeto con rasgos básicos de personalidad psicópata que también logran el éxito social en más de un aspecto de la vida que exhiben un “control conductual adecuado” en comparación con sus contrapartes”
La investigación amplía hallazgos previos que demostraron un vínculo entre los puestos directivos y ejecutivos en el lugar de trabajo y las percepciones positivas de las habilidades de liderazgo en aquellos con puntajes altos de psicopatía.
Los psicópatas son considerados por sus compañeros como los “más aptos”
Los resultados mostraron que “la manipulación despiadada se correlacionó positivamente con el puesto directivo, la bonificación recibida y el salario mensual; la falta de empatía se asoció positivamente con la bonificación recibida y el rendimiento en el lugar de trabajo, la manipulación despiadada predijo positivamente si los participantes estaban en una posición gerencial y si habían recibido una bonificación por el rendimiento del año anterior.
Sin embargo, surgen preguntas sobre por qué el psicópata exitoso puede tener éxito en el trabajo aún con características que podrían ocasionarle problemas. Para justificar la incógnita, se cita al llamado “Modelo de Babiak” (Babiak, 1995) el cual explica que, los psicópatas son exitosos laboralmente, debido a que dividen a los empleados en grupos, haciéndolos parecer Antagónicos, por lo que el psicópata aprovechará a manipular a sus compañeros con el fin de conseguir puestos privilegiados. Además, los psicópatas suelen encantar a sus superiores y se representan a sí mismos como líderes ideales (Furnham, 2007) y al tiempo que intimidan a los que ocupan puestos de menor rango para crear un ambiente de trabajo tóxico. Por lo tanto, el camino principal de los psicópatas hacia el éxito en el lugar de trabajo es la manipulación.
Los rasgos psicópatas ayudan a las personas a presentarse de una manera adecuada para puestos gerenciales. Estas características pueden asociarse fácilmente con las habilidades de liderazgo, es decir, a una persona se le atribuye confianza en sí misma y un estilo de liderazgo carismático en lugar de, por ejemplo, la grandiosidad. Además, la superficialidad emocional, la falta de perspicacia, la empatía y el remordimiento se perciben fácilmente como dureza y fortaleza para mantener la calma en un ambiente de trabajo estresante y dinámico dentro del entorno corporativo (Babiak et al., 2010).