El primer paso importante es reconocer los pensamientos negativos y el impacto que ejercen estos en nuestra vida.
El aprender a reconocer cuando se están presentando pensamientos negativos, nos ayudara a evitar la rumiativa, ya que por lo general se cree que al darle vueltas en la cabeza a un pensamiento lograremos encontrar una solución, pero esto no es posible cuando dichos pensamientos tienen sus bases en la autocrítica o la autodesvalorización. El recordar una y otra vez nuestras amargas experiencias no lograran solucionar nuestra problemática actual.
Es importante el hecho de aprender a ser objetivos, tomar en cuenta si en verdad esos pensamientos son útiles o son perjudiciales, para así reforzar los pensamientos positivos y evitar en la medida de lo posible los pensamientos negativos, lo adecuado sería pensar en las posibles soluciones basándonos en la realidad, si es posible solucionar nuestra problemática de la forma pensada, porqué sí o en su defecto por que no.
Lo más importante es reconocer y entender que los pensamientos rumiantes (pensar una y otra vez en la misma situación), no nos son útiles, ya que como se mencionó con anterioridad, dichos pensamientos no nos ayudan a resolver nuestra problemática en ningún aspecto, además de que representan una gran pérdida de tiempo y sobre todo NO NOS AYUDA CALMARNOS SINO TODO LO CONTRARIO.
Compañía
Lo primero a tomar en cuenta es que no cualquier compañía es buena, ya que en algunos casos las personas suelen darle poca importancia a los sentimientos, emociones y pensamientos de quienes padecen depresión, minimizando la situación o problemática, a lo cual la persona que padece dicho trastorno tiene la sensación de incomprensión, de que se le toma poca importancia, incrementando así la sintomatología depresiva.
Por otro lado existen los que no se cansan de pobretear a quienes padecen de depresión, únicamente incrementando los sentimientos de desvalorización, y haciendo ver a la persona como incapaz de salir a delante, mejorar su situación, o darle una solución a su problema.
Por ultimo tenemos al polo opuesto, quienes miran a la depresión como algo sumamente grave, únicamente generando mayor preocupación de quienes padecen este trastorno.
Lo ideal es acercarnos a las personas que nos brinden una sensación reconfortante, quienes se muestren empáticos, atentos, pero sobre todo que sean meramente comprensivos de la situación actual por la cual se atraviesa, y en la medida de lo posible evitar estar cerca de personas que nos generen un mayor número de conflictos.
Concentrarnos en el aquí y el ahora
Además de ser capaces de reconocer la poca utilidad de los pensamientos rumiantes, es importante concentrarnos en nuestra situación actual, no solo nos facilitará dejar a un lado los pensamientos negativos, sino que nos ayudara mirar el mundo desde un punto de vista más allá de la depresión, nos ayudara mirar que el mundo no es tan malo, y nuestra situación actual tiene solución, y que muchas de las situaciones que nos deprimen tienen solución si buscamos en el lugar correcto.
Las distracciones no son la solución
Por lo general se suele pensar que el remedio perfecto para evitar los pensamientos negativos es la distracción, aquí es cuando encontramos un sin número de cosas que las personas pueden realizar; caminar, escuchar música, ver televisión, actividades deportivas, e incluso algunas otras negativas como: tabaco y/o alcohol.
Pero este tipo de actividades solo funciona como paliativo, es algo temporal que por lo general al finalizar la actividad, los pensamientos comienzan a volver, de ahí la importancia de modificar ciertas ideas irracionales, como se mencionó con anterioridad.
Evitar hábitos negativos
Aunado al punto anterior, es importante el hecho de evitar todos aquellos hábitos que dificultan nuestra recuperación, uno de los más importantes es el consumo de alcohol, debido a que el alcohol es un depresor, que si bien en los primeros minutos de su consumo logra desinhibirnos, pasado un tiempo del consumo este tiene un efecto depresor el cual, como se imaginarán aumenta drásticamente los signos y síntomas de la depresión, provocando un mayor malestar en el individuo, incluso peor al que se tenía en un principio, de ahí la importancia de evitar aquellas creencias de que el alcohol ayudará a evitar la depresión, como: “El alcohol me hace sentir mejor”.
El éxito para lograr esto también es una correcta adherencia terapéutica, no existe un método mágico para salir de la depresión, todo requiere un proceso y por supuesto de la voluntad de querer salir adelante, es importante poner de nuestra parte y sobre todo, confiar en el trabajo que estamos realizando.