Todos nos hemos sentido ansiosos alguna vez, por ejemplo ante un examen, un problema familiar, escolar, de pareja o alguna otra situación en particular, pero…
La ansiedad o miedo se define como un complejo patrón de tres tipos de reacciones ante la percepción de una amenaza: respuestas motoras, por ejemplo, salir corriendo, voz temblorosa, cerrar los ojos.
Respuestas fisiológicas: por ejemplo cambios en la frecuencia cardíaca, tensión muscular, molestias en el estómago.
Respuestas subjetivas: por ejemplo, pensamientos de peligro, pensamientos de falta de capacidad, imágenes de daños corporales.
La ansiedad es una respuesta adaptativa dentro del reino animal, y por supuesto también del ser humano, por nuestro pasado evolutivo, la ansiedad es una respuesta normal frente a situaciones amenazantes, puede deberse a la presencia o ausencia de personas, objetos, condiciones, lugares, o a la carencia de seguridad.
La ansiedad permite al cerebro guardar todos aquellos peligros a los que nos hemos enfrentado o a los que suponemos que son peligros, tiene como fin preparar al organismo para la lucha, huida, o para generar estrategias contra las amenazas potenciales.
PERO cuando la ansiedad es excesiva, persistente e indiscriminada es decir que se perciben como significativas amenazas que no son reales, deja ser adaptativa e impide el desarrollo del ser humano, debido a esto se requiere de tratamiento, por ejemplo un problema económico no atenta contra la vida del sujeto, pero el organismo lo detecta como un peligro inminente generando así ansiedad.
La ansiedad es un mecanismo para la resolución de problemas por lo que erradicarla del todo es más dañino que beneficioso, ya que al bajar demasiado la ansiedad hace que el sujeto se confié demás, evitando que este reconozca peligros potenciales, lo cual conduce a no evaluar riesgos.
Por lo contrario una ansiedad exagerada provoca miedo, o reacciones intensas ante situaciones de peligro que no son reales, la ansiedad es una ayuda en la resolución de problemas, en su medida justa, las alteraciones de la salud suelen provocar ansiedad debido a que el organismo se detecta en peligro.
Cuando se presenta la ansiedad ya sea debido a una amenaza potencial, o una que no es real pero que el organismo la percibe como tal, aparece el Síndrome General de Adaptación es decir todos esos cambios que preparan al organismo para enfrentar la amenaza por ejemplo: alteraciones en la regulación de la temperatura, incremento del bióxido de carbono, disminución de la glucosa, del volumen sanguíneo, tensión arterial, hiperventilación, y hay tendencia a evacuar el estómago y la vejiga.
Es decir todos estos síntomas al presentarse pueden confundirse con algún problema del tipo médico, pueden llegar a confundirse con ataque al corazón, o con algo tan simple como un problema estomacal como sería una diarrea. Por lo que es importante acudir con un profesional de la salud mental para un tratamiento adecuado.
Esto es común en niños y jóvenes ansiosos, por lo general antes de un examen, presentan nauseas, o diarrea que desaparecen mágicamente luego de presentar dicha prueba.