Estudios arrojaron que la crianza autoritaria de las madres, pero no de los padres, estaba vinculada a las facetas negativas del perfeccionismo, que pueden influir indirectamente en el consumo de alcohol. Los investigadores encontraron que los participantes con una madre más autoritaria tendían a exhibir niveles más altos de una faceta negativa del perfeccionismo conocida como discrepancia, que a su vez se asociaba con un aumento de los síntomas depresivos.
Hay formas adaptativas de perfeccionismo, tales como estándares más altos y una necesidad de orden, y hay formas desadaptativas de perfeccionismo, como la discrepancia: la distancia entre el ser ideal y el ser real.
La discrepancia del perfeccionismo se relacionó directamente con los síntomas más depresivos y los problemas relacionados con el alcohol. Sin embargo, el aumento de los síntomas depresivos se asoció con motivos de automedicación para beber, lo que provocó un mayor consumo de alcohol y problemas relacionados con el alcohol.
La crianza autoritaria en las madres, en oposición a la permisiva, estaba indirectamente vinculada a un menor consumo de alcohol. Mientras que la crianza autoritaria se caracteriza por tener reglas inflexibles sin calidez, la crianza autoritaria se caracteriza por una calidez con pautas claras.
Para leer el artículo completo: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2352853219301324