Aunque los mecanismos no se conocen con exactitud, existen varias teorías ampliamente discutidas que nos pueden ayudar a entender y, sobre todo, a mostrar empatía y manejar mejor este tipo de pacientes. En general, el paciente vitales difíciles a través de síntomas físicos mediante:
1. La preocupación sobre una posible enfermedad hace que el paciente se centre en variaciones “normales” de las sensaciones corporales y piense que son patológicas, aumentando su ansiedad.
2. dentro de un grupo familiar patológico o desestructurado. La familia se organiza en o problemas.
3. Necesidad de estar enfermo, manifestar un sufrimiento que no puede expresar de otra manera, en ocasiones para conseguir una
ganancia.
4. La disociación o capacidad de la mente de experimentar sensaciones completas y detalladas en ausencia de estimulación sensorial. Las sensaciones así percibidas son “reales”.
El DSM-IV establece criterios diagnósticos para el trastorno por somatización en base a síntomas o quejas físicas de años de duración, desde antes de los 30 años de edad, que implican disfunción social, laboral u otras, y todas las siguientes manifestaciones en algún momento durante la evolución del trastorno: 1) cuatro síntomas dolorosos diferentes (cefalea, dorsalgia, dolor en extremidades, dolor torácico, disuria, dismenorrea o dispareunia); 2) dos síntomas gastrointestinales diferentes del dolor (náusea, distensión abdominal, vómitos fuera del embarazo, diarrea o intolerancia a la comida); 3) un síntoma sexual (síntomas menstruales, disfunción eréctil o eyaculatoria o indiferencia sexual); 4) un síntoma pseudoneurológico diferente del dolor (sordera, parálisis, globus faríngeo, afonía, debilidad, anestesia o ceguera).
Los síntomas siempre son graves y discapacitantes y no guardan proporción con los hallazgos orgánicos. Como la lista de síntomas funcionales posibles en el trastorno por somatización es muy larga para ser explorada en atención primaria, Othmer y DeSouza desarrollaron una lista de 7 síntomas sin explicación orgánica.
Con un punto de corte de 2 síntomas o más el test tiene una sensibilidad del 63% y una Criterios de Bridges y Goldberg para establecer diagnóstico del paciente somatizador:
1. El paciente consulta por síntomas somáticos.
2. El paciente considera que su problema es de causa somática.
3. Los síntomas que el paciente presenta.
4. En opinión del psiquiatra, el tratamiento del trastorno psiquiátrico mejoraría los síntomas físicos.
Sistemática de estudio para el diagnostico del paciente somático.
En la evaluación de un paciente somatizador, seguiremos los siguientes pasos:
– Descartar la presencia de un trastorno orgánico.
– Evaluar la existencia de trastornos psiquiátricos.
– Buscar un diagnostico positivo de somatización
Pero hay también otros hechos que nos pueden ayudar a saber que estamos ante un trastorno somatomorfo:
– Presencia de un trastorno psiquiátrico coexistente (depresión, ansiedad, trastornos de personalidad o abuso de sustancias).
– Recurso a medicinas o terapias alternativas: es muy frecuente, aunque un 60% lo oculta a su este tipo de profesionales es que “sienten que les escuchan y que les prestan atención a sus quejas”.
– Historia de múltiples pruebas diagnósticas recientes o visitas múltiples a los servicios de urgencia.
– Rechazo de otros médicos.
– También nuestra propia reacción emocional: un sentimiento de frustración o disconfort, o de estar sobrepasado ante un paciente con un sin número de síntomas, a veces complejos y que precisan tiempo para su evaluación, en una persona con un aparente “buen aspecto” deben constituir una señal al médico de que debe incluir la somatización entre el diagnóstico diferencial de ese paciente.
Fuente
Guzmán Guzmán, Ramiro Eduardo (2011). Trastorno por somatización: su abordaje en Atención Primaria. Revista Clínica de Medicina de Familia, 4 (3), 234-243. [Fecha de consulta 6 de mayo de 2020]. ISSN: 1699-695X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=1696/169622220009