Desde principios de la década de 1970, cuando el cannabis comenzó a ser ampliamente utilizado, la proporción de jóvenes que la han consumido ha aumentado considerablemente y la edad del primer uso ha disminuido. La mayoría de los consumidores de cannabis ahora comienzan en la adolescencia media o tardía, un período importante de transición psicosocial cuando las desventuras pueden tener grandes efectos adversos en las posibilidades de vida de una persona joven.
La dependencia es un riesgo subestimado del consumo de cannabis. Ha habido un aumento en el número de adultos que solicitan ayuda para dejar de consumir cannabis en muchos países desarrollados, incluidos Australia y los Países Bajos. Los consumidores habituales de cannabis desarrollan tolerancia a muchos de los efectos del delta-9-tetrahidrocannabinol, y los que buscan ayuda para dejar de fumar a menudo informan síntomas de abstinencia. Los síntomas de abstinencia han sido reportados por el 80% de los hombres y el 60% de las adolescentes que buscan tratamiento para la dependencia del cannabis.
En estudios epidemiológicos a principios de la década de 1980 y 1990, se descubrió que el 4% de la población de los Estados Unidos había cumplido los criterios de diagnóstico para el abuso o la dependencia del cannabis en algún momento de sus vidas. Las encuestas en Australia, Canadá y Nueva Zelanda han producido estimaciones similares. Aproximadamente uno de cada diez de los que usan cannabis cumple con los criterios de dependencia, pero este riesgo es mucho mayor para los usuarios diarios y las personas que comienzan a consumir a una edad temprana. Solo una minoría de personas dependientes de cannabis en las encuestas informan que buscan tratamiento, pero entre los que lo hacen, menos de la mitad logran permanecer abstinentes durante un año.
Aquellos que usan cannabis con más frecuencia que semanalmente en la adolescencia tienen más probabilidades de desarrollar dependencia, usar otras drogas ilícitas y desarrollar síntomas psicóticos y psicosis. Establecer si el consumo de cannabis es una causa contribuyente de estos resultados requiere dos cosas: investigación longitudinal sobre los efectos que el consumo de cannabis en la adolescencia tiene sobre los resultados psicosociales en la edad adulta joven, métodos estadísticos para controlar por el hecho de que los jóvenes que usan cannabis regularmente difieren de sus compañeros que no lo hacen de manera que aumenta el riesgo de los consumidores habituales de cannabis de estos resultados psicosociales adversos.
Para leer el artículo completo
Hall W (2006) Los riesgos para la salud mental del consumo de cannabis en adolescentes. PLoS Med 3 (2): e39. https://doi.org/10.1371/journal.pmed.0030039