“Incluso en un contexto de desafíos emocionales en los niños que estudiamos, notamos que el ciberacoso tuvo un impacto adverso. Es real y debe evaluarse”, dijo Philip D. Harvey, Ph.D., profesor de psiquiatría y ciencias de la conducta en la Universidad. de la Miami Miller School of Medicine, quien fue coautor del artículo “Cyberbullying y su relación con los síntomas actuales y la historia del trauma en la vida temprana”.
Él dice que los niños con antecedentes de abuso fueron más propensos a ser acosados cibernéticamente, lo que sugiere que las evaluaciones de trauma infantil también deberían incluir evaluaciones de acoso cibernético. Del mismo modo, los niños que informan haber sido acosados cibernéticamente deben ser evaluados por un historial de trauma infantil.
“El acoso cibernético es posiblemente más pernicioso que otras formas de acoso debido a su alcance”, dice el Dr. Harvey. “El bullying puede ser viral y persistente. Para ser realmente bullying, tiene que ser personal, un comentario directamente negativo que intenta hacer que la persona se sienta mal”.
El estudio ayudó a confirmar otros hechos sobre el ciberacoso:
Estar en línea regularmente o la cantidad de tiempo que pasaron en las redes sociales no fueron factores determinantes en quién fue ciberbullido.
El acoso cibernético afecta a todas las clases económicas y orígenes étnicos.
Los adolescentes que han sido acosados en el pasado tenían un mayor riesgo de ser acosados nuevamente.
Estudiar el impacto del ciberacoso en una población psiquiátrica hospitalizada
El estudio de 50 pacientes psiquiátricos internados adolescentes de 13 a 17 años examinó la prevalencia del acoso cibernético y lo relacionó con el uso de las redes sociales, los niveles actuales de síntomas y los antecedentes de experiencias adversas en la vida temprana.
Realizado entre septiembre de 2016 y abril de 2017 en un hospital psiquiátrico suburbano en el condado de Westchester, Nueva York, el estudio solicitó a los participantes que completaran dos cuestionarios de trauma infantil y un cuestionario de acoso cibernético.
El veinte por ciento de los participantes informó que habían sido acosados cibernéticamente en los últimos dos meses antes de su admisión. La mitad de los participantes fueron intimidados por mensajes de texto y la otra mitad en Facebook. Las imágenes o videos transmitidos, Instagram, mensajes instantáneos y salas de chat fueron otros vehículos de ciberacoso.
Aquellos que habían sido intimidados tenían una severidad significativamente mayor de trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión, enojo y disociación de fantasía que aquellos que no fueron intimidados.
Para leer el artículo completo
Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami. (2020, 22 de enero). El acoso cibernético relacionado con el aumento de la depresión y el TEPT. ScienceDaily . Recuperado el 16 de marzo de 2020 de www.sciencedaily.com/releases/2020/01/200122080526.htm