Cuando intentamos hablar del tema de las redes sociales, por lo general siempre se van a uno de estos dos extremos, el primero, pintando todas las bondades que nos ha traído consigo el internet, consecuencia de nuestra conexión a internet aparecieron las redes sociales, que nos conectan aún más que el propio internet, el primer extremo al que suelen ir es con respecto a lo positivo del internet y las redes sociales, donde sí, claramente tienen un gran valor y peso positivo en nuestra vida sobre todo ahora en temas de pandemia, donde gracias a ellas nos podemos comunicar con nuestros seres queridos, trabajar, estudiar, relajarnos, jugar, escuchar música, compartir, reflexionar, crecer personalmente, conocer a personas, entretenernos, etc.
Sabemos que el internet tiene esas y más bondades, pero su contraparte en lo negativo, suelen decir que emocionalmente afecta a los más jóvenes, en temas de ansiedad, depresión, particularmente por cómo afecta esto a su propio concepto de imagen, es decir nuestra autoestima, nuestra socialización, nuestro sitio en el mundo, porque según, lo que dicen siempre… “Nos fijamos en modelos ideales de lo que queremos ser, como por ejemplo chicos o chicas modelos a los que nos queremos parecer y por ello existen un montón de problemas de autoestima o hasta trastornos alimenticios, lo cual en parte es verdad.
Pero pocas veces las personas se ponen a pensar en cómo realmente esto afecta nuestro día a día, llevándonos a normalizar ciertas cosas que son dañinas en nuestro contexto próximo, es decir, con la familia, con los amigos y sobre todo al momento de buscar pareja, y también de forma muy personal.
Es decir el estar expuestos a tanta información, genera que cambiemos nuestra perspectiva del mundo de manera muy natural incluso sin darnos cuenta, lo cual puede ser tanto positivo como negativo, y para ello te daré muchos ejemplos hoy, de cosas que las personas no toman en cuenta, pero suele afectarnos emocionalmente en nuestra forma de vivir.
Cada vez somos menos empáticos.
Esta es una realidad que a las personas no les gusta leer, pero que lamentablemente todos estamos expuestos a ello, las personas piensan que estar en una red social te quita en parte ese lado humano, y no se dan cuenta de lo mucho que pueden lastimar a las personas a través de las redes sociales, y yo sé que dirán, “Si, pero pues basta con ignorarlos, o basta con que seas maduro, para entender”, vale, te lo compro, pero, lamentablemente no podemos meter a todo el mundo en el mismo saco, la madurez es relativa a la edad y más bien tiene que ver con la experiencia y con el cómo asimilamos esa experiencia.
El hecho que desde temprano por la mañana entremos a redes sociales y veamos una foto de una chica guapa, de un chico guapo, una noticia, una frase, un video gracioso, nos despierta y mueve emocionalmente algo, que lamentablemente en ocasiones es negativo, sino mira Twitter (por eso uso poco twitter), entrar a twitter es el más claro ejemplo porque literalmente devoran vivas a muchas personas, la gente insulta, maldice, amenaza, cuando del otro lado es un simple ser humano. ¿Dónde está la empatía?
La justificación en ocasiones es: “Es que esa persona es mala porque cometió tal crimen”, vale, te entiendo, pero ¿Para todos los demás que ocurre?, para los que “no cometieron un crimen” más que expresar adecuadamente algo o es más a lo mejor ni se equivocó, simplemente ve las cosas diferente al resto, vuelvo a preguntar ¿Dónde está la empatía?, pareciera que si no conoces a la persona, cara a cara, no te importa lo digan o hagan de esa persona.
Esto nos está llevando a normalizar una empatía disonante, donde en la “vida real” por llamarle de una manera, somos empáticos, lindos, comprensivos, ayudamos al prójimo, pero en redes sociales insultan a persona porque no te gusto lo que compartió.
Esa ambigüedad emocional hace que hasta para nosotros mismos sea complicado entender en qué contextos aplica o no, otro ejemplo, no te vayas muy lejos, Facebook, donde se supone que es un nicho más cerrado donde sólo tienes a gente de tu confianza, pasa lo mismo, publicas algo y las personas conocidas pueden decir muchas cosas con poca empatía, “Pero porque compartes eso, esta mal, es inadecuado, yo no pensé que fueras así, no sabía que pensabas eso”.
Todo lo anterior por compartir una imagen de algo que a la gente no le gustó, las personas sabemos que tienen el derecho a comentar, eso está claro, pero eso no les da el derecho de comentar lo que se les dé la gana, porque esa libertad de expresión que tanto quiere cuidar el mundo, se transforma en un te puedo decir hasta cosas hirientes y no te puedes quejar, es libertad de expresión, así que te aguantas.
Y puede que si eres un usuario de redes sociales por mero entretenimiento nunca te haya pasado, pero seguramente has visto que esto ocurre, por eso se volvió famoso el “Pasen contexto”, cuando entras a una imagen o una foto y hay 2 mil comentarios de una pelea y no sabes qué pasó…
Tal vez no estás involucrado directamente, pero sabes qué ocurre, te invito a reflexionar, ¿Ya pensaste que del otro lado de esos 2 mil comentarios de los cuales la mitad son insultos, hay otro ser humano?, y lo leemos por el mero morbo de saber que pasó, ahora ves a qué me refiero… Si no lo piensas en perspectiva, difícilmente te des cuenta que esa forma de socializar ambigua, afecta mucho el cómo vivimos las emociones.
Llevándonos a pensamientos, de “Si, si, eso le pasa por wey”, vaya por tonto, por no usar otra palabra, ¿Dónde está la empatía?.
“Todos pueden decir todo”, el nuevo hate
Este tema es mucho más importante de lo que piensan, tal vez si tu eres una persona que de forma recurrente usa redes sociales pero solo para consumir contenido o entretenerte, dirás: “mmmmm… vale, este wey es un poco exagerado”, pero hay muchas personas que como yo, siendo una persona normal, sin contactos ni nada, aspiramos a hacer llevar nuestro trabajo a mucha gente, ya sea en temas de psicología o temas de gaming como en mi caso, sin mezclar una u otra cosa.
Para aquellos que como yo quieren vivir de trabajar en redes, esto es mucho más notorio, ya que al menos en mi caso particular, puedo percibir como mi trabajo influye en los demás, y eso es gracias a su Feedback, donde me escriben, me mandas audios al insta y me dicen: “Oscar, lo que haces me sirvió”, es ahí cuando notas como influye lo que está en redes sociales en la vida de los demás.
Por eso es importante el tema de la empatía, pero contrario a ello, tenemos el hate, donde las personas contrario a influir positivamente en la vida de las personas, influyen negativamente en la vida de los demás.
Hay algo que menciono siempre, y realmente espero que les sea útil, “No todo lo que está en redes sociales es debatible”, que tengas el derecho a comentar, a dar una idea, no te da el derecho de ofender con tus argumentos, es más, ni siquiera tienes que argumentar, las personas comparten cosas, seas creador de contenido o no, seas una persona que quiere ofertar sus servicios profesionales o alguien que hace un trabajo artístico, o simplemente tú qué compartes lo que piensas porque te gusta o quieres aportar algo, no tienes que argumentarle nada a estas personas.
El que las personas expongan su contenido, no te da el derecho ni de criticar, ni lastimar u ofender, pero lamentablemente mucho no lo tienen en cuenta, la experiencia me ha llevado a darme cuenta de algo que es lamentable, escuchen o lean con atención, “mientras más libertad de expresión tiene el usuario menos libertad de expresión tiene el creador de contenido”, que horrible suena pero es una realidad, como ustedes que del otro lado consumen y comparten mi contenido, yo tambien lo hago del otro lado, consumo el contenido de mucha gente, y disfruto aprender de ellos, espero que del otro lado yo medianamente poder dejarles algo.
Ocurre que ahora es necesario tener extremo cuidado con lo que compartes, cada vez los que hacemos contenido estamos más limitados porque una palabra mal dicha, mal escrita, o algo dicho de forma ambigua es que literal te tiren a la hoguera, he perdido no dos ni tres sino miles de seguidores por compartir contenido que no les gusta, hasta colegas míos, a ese nivel, y sorprende, que mientras más poder de opinión tiene las personas, menos los que estamos del otro lado podemos opinar, y por eso mejor nos callamos.
Muchas veces me han preguntado cosas por sensibles que prefiero no responder, el único tema del que hablo y es por el cual he perdido muchos seguidores es el coaching, y pasamos al último punto del podcast.
El coaching y las redes sociales actuales.
Tengo una opinión clara con el coaching, otra vez me pongo en riesgo de hate, no estoy de acuerdo cuando sustituyen la terapia psicológica, el coach no es para todo el mundo, el coach no es terapia y lamentablemente muchas veces es filosofía reciclada.
Golpe duro, pero es mi opinión, y lo digo del otro lado como psicólogo, una gran cantidad de mis consultantes antes de llegar conmigo, han visitado a otros profesionales, en algunos casos, coaches, han pagado fortunas por ello y saben, sirvió de nada, me han escrito al privado diferentes coaches enojados, porque estoy viendo la vida mal, porque estoy hablando mal de las cosas, que clase de tonto soy para hablar de la vida así, mensajes que tengo guardados.
Mensajes que terminan en un, eres una persona que no se abre a nuevas perspectivas, dime tu si pensar en la ley de la atracción es algo viable, dime tu si pensar en astrología es algo viable, dime tu si pensar de la vida como una filosofía es viable, dime tu si pensar que todo se puede por meritocracia es viable.
Y por eso me parece importante al fin hablar del tema, y en otro podcast profundizare solo en esos temas del coach, pero en síntesis, si vas a un coach para entrenarte en algo, genial, si vas a un coach porque quieres terapia… uffff asegúrate que sea psicólogo, mínimo, esa es mi opinión, la mayoría de estas personas impacta en nuestra vida, porque la vemos en redes sociales, y cientos de miles de personas comparten contenido con el que se identifican pero no necesariamente es sano, esa es la línea importante.
Por eso nos hemos vuelto personas ambiguas emocionales, porque vemos que un fulano dice en redes: “Borrar a la ex pareja es inmadurez, se buen ex y no hagas esas cosas, pero las personas no están listas para esta conversación”.
Y del otro lado tienen a personas como yo que dicen: “Qué me estás contando, es salud mental, puedes decidir lo que te parezca mejor, y si bloquear es mejor para ti hazlo”, a quien le haces caso, ojo con lo que te digo, a ninguno.
No le hagas caso a ninguno, toma las dos opiniones más todas las demás que tienes, y decide lo mejor para ti, y si no sabes que decidir o hacer, en serio, fuera de broma ve a terapia, te va servir, por tomar como una verdad sagrada lo que miramos en redes muchas veces se comenten errores.
Como esas páginas que postean: “Daría lo que fuera por volverte a tener a mi lado”, mil veces compartido y cinco mil reacciones, ¿Te parece lógico y sano?, si una persona piensa eso, ¿de verdad crees que todo está bien?, ven a que me refiero, emocionalmente nos afecta lo que vemos o aprendemos directa o indirectamente de redes sociales,
Por ello es necesario cuidar lo que vemos, escuchamos, leemos, incluso lo que aprendemos y pensamos, sea lo que sea eso, asegúrate que sea sano para ti.
En la actualidad es tan al alcance que cualquiera puede subir contenido, e incluso tener mucho alcance y hasta vivir de ello, que cualquiera puede hablar de cualquier tema sin ser un experto, como en muchos podcast que prefiero no mencionar, donde son comunicólogos, hablando de temas de salud física y mental como si fuera hablar de la telenovela de ayer.
Concluyo con el mensaje de cuidemos nuestra salud mental, cuidemos lo que hacemos y decimos en redes para no lastimar a los demás y sobre todo, no todo es pelea, ni es debatible, fíjense muy bien dónde utilizar toda su energía,