Cuando hablamos de límites emocionales suelen haber muchas preguntas, de ¿cómo se hace?, ¿qué es un límite emocional?, ¿para qué sirven?, son más negativos que beneficiosos, entre muchas cosas que lamentablemente ocurren porque mucha gente habla del tema sin tener en claro cómo hacerlo adecuadamente.
Lo primero que necesitas tener en claro, los límites emocionales no implican que te mudes, que cambies de casa o departamento, de aplicarle la ley del hielo a alguien, nada de eso, lo que si tienes que tener en claro son algunas cuestiones, particularmente cuando se trata de la familia, es donde por lo general a la mayoría le suele costar mucho más trabajo establecer estos límites, por el hecho de que “es mi familia, y le tengo que aguantar todo”, lo cual es un grave error, porque esto quiere decir que estas aceptando que a pesar de que tu familia te esté haciendo daño, tienes que quedarte ahí si, o si, porque sino lo haces entonces quién está mal, eres tu, lo cual es un grave error, no, no tienes porque aceptar de nadie cosas que te hagan daño.
Eso es lo primero que necesitas tener en claro, si, si se pueden establecer límites emocionales en la familia, sea mamá, papá, hermanos, tíos, primos, y es que la propia familia nos enseña de esta manera, cuando mamá o papá dicen tienes que hacer esto, porque soy tu madre o soy tu padre y punto, ¿te das cuenta del error?, es simplemente una manera de ejercer control sin dar opciones, esto te deja a ti simplemente como el que tiene que hacer caso sin preguntar razones, y es ahí donde está el error.
Si bien no podemos cambiar a los demás, absolutamente a nadie, si podemos cambiar cómo recibimos la información por parte de los demás, como nos afecta lo que proviene de otros.
¿Qué es un límite emocional?
Si quieres establecer un la definición de límite emocional para hacerlo más claro, podríamos describirlo como lo siguiente: es establecer una línea, una frontera, una barrera donde los demás no tengan el control de tus emociones, y ese control emocional lo tengas tú, digamos que es esa línea que protege tu integridad, esa barrera o espacio que no permite que otros atraviesen, vaya, es un límite de protección, donde no puede entrar nadie a menos que tu se lo permitas, donde del otro lado de esa línea se encuentra tu yo, tu integridad.
Piénsalo como una frontera en el mundo, antes de cruzar necesitas hacer una serie de trámites para estar del otro, no es un sitio al que puedes ir y venir como si nada, de esa misma manera puedes ver los límites emocionales, es establecer medidas para evitar que otros dañen tu integridad, sea quien sea, los límites no se hicieron por capricho, se hicieron para proteger a la gente, esos límites emocionales nos permiten darle orden a nuestra vida, nos permite establecer relaciones sanas, en la medida que respetemos los límites de los demás y los demás respeten el nuestro.
Entender que los límites emocionales son tan naturales y dejarlos de ver como complicados es lo que facilita comenzar a utilizarlos, y te pondré un ejemplo de límites que todos tenemos como preestablecidos, “No insultar a otros”, ninguno de nosotros va con un maestro de la escuela o con su jefe del trabajo a insultarlo como bien le dé la gana, no, tenemos en claro que eso no es correcto porque es una falta de respeto, vale ahí está el límite, sabemos que podemos hablar con estas personas, pero hay cosas que no podemos hacer, es un límite implícito, bueno así funcionan los límites emocionales.
¿Qué ocurre si no ponemos límites emocionales?
Permitir que cualquiera, sea quien sea, nos lastime verbalmente o hasta físicamente en ocasiones es debido a un error nuestro por no delimitar nuestra línea, por no dejar en claro a los demás que para ti, ciertas acciones son intolerables.
¿Por dónde empezar para establecer mis límites emocionales?
Muchas veces me han preguntado, cómo establezco un límite, porque me lastima lo que me dice mi familia, y empecemos por ahí, simple bajandolos de la nube en la cual tienes a tu familia, si, es tu familia, quierela, amala, pero no permitas que te hagan daño, yo se que muchas veces las cosas duelen dependiendo de quien viene, no es lo mismo que te diga algo un desconocido a un familiar tuyo, ¿Verdad?, es ahí donde está tu primer límite, hacerles saber primeramente que esas palabras, no te gustan porque te lastiman, y el segundo límite está en tener en claro, que lo dejen de hacer o no, está en ti, tomar eso como una realidad, por más que alguien te diga… “Eres un inútil”, ¿Lo eres?, lo serás si crees que es así, ¿quién es esa persona para declararte de esa manera?, ¿es dueño de la verdad?, no, el límite está en no tomar como verdad todo lo que otros digan, y mucho menos sentarse a escuchar como hablan cosas terribles de ti a tu cara.
De nuevo, es imposible poder cambiar lo que otros dicen o piensa, como los demás nos tratan, pero lo que sí podemos cambiar es como reaccionamos ante ello, si tu reacción es darles la razón, bueno… es claro que no tienes límites emocionales marcados.
Trabaja en tu conducta y mentalidad.
Para poder trabajar en establecer tus límites emocionales necesitas trabajar primero en qué haces cuando alguien te pasa 3 veces por encima, ¿solo te quedas a seguir repitiendo sus mismas palabras?, ¿lloras lamentándote de que si, el otro tiene toda la razón para tratarte así?, necesitas primero darte cuenta de que nadie, absolutamente nadie, tiene el más mínimo derecho a lastimarte, de ninguna manera, ni física ni emocionalmente, por lo que es necesario que tu segundo paso sea accionar.
Haré un paréntesis aquí, si, es necesario reconocer que muchas veces para establecer este límite, requieres de algunas cosas, imaginemos que eres un menor de edad con una familia un tanto disfuncional donde constante recibes agresiones por parte de mamá, papá o tus hermanos mayores, sin duda ese límite emocional es mucho más complicado y complejo de establecer, vale, yo se que existen casos, aquí más que un límite es necesario que te apoyes de otros conocidos para poder salir de esta situación, incluso si es necesario poder solicitar ayuda a alguna entidad específica de gobierno.
Luego del paréntesis, y de haber aclarado lo anterior, tu adulto funcional, no tienes ningún pretexto para establecer ese límite, para accionar solamente necesitas iniciar por el diálogo, siempre y cuando este sea posible, (no en casos de agresión física), hacerle saber al otro que no te parece lo que ocurre, sin discutir, sin pelear, lo dices y listo, lo segundo es que evites quedarte ahí cuando alguien simplemente te este lastimando de alguna manera, de nuevo no tienes que mudarte, puedes tomarte un tiempo fuera a tu habitación, un tiempo fuera al baño, pero no te quedes ahí, esto en combinación con lo que dijimos antes, depende de ti, si te lo crees o no, si te crees lo que el otro dice, difícilmente podremos mejorar esto.
Mira con atención donde necesitas poner límites.
Vale, ya tienes el primer y segundo paso, con lo anterior puedes iniciar a establecer un límite emocional, pero lo importante será mirar en dónde o con quien colocar esos límites emocionales, con la familia, amigos, en el trabajo, con personas en específico, digamos que en tu grupo de amigos, siempre hay el que intenta ser sarcástico pero abusa de ello, bueno ahí es donde es necesario colocar tu límite, y no significa que dejes de asistir a las reuniones, (a menos que en verdad sea necesario) no significa que vayas y le digas “oye, me lastima lo que dices”, con estas personas no funciona así, funciona más bien como en los casos de bullying, donde el que te importe poco lo que digan incluso reírte con ellos del tema, funciona mejor y aún más donde podemos marcar incluso ese límite siendo un tanto sarcástico también, con esto lo que te quiero decir que los límites no son complicados, y tampoco existe una lista de formas o maneras de establecerlos, es cuestión de encontrar donde es necesario ignorar, delimitar, y solamente en casos muy extremos evitar tener contacto con estas personas en la medida de lo posible, a que me refiero imagina que la situación anterior ocurre cuando ese amigo, específicamente se comporta de esa manera contigo cuando está alcoholizado, ¿cual sería tu límite?, tal vez irte de esa fiesta antes de llegar a ese punto, tal vez evitar ir, o asistir a planes sin esa persona, o donde no haya alcohol, recuerda no podemos cambiar a los demás, necesitas trabajar en ti, si te expones a esas situaciones, entonces no estás marcando límite porque no te estas cuidando.
Aprende a decir NO
Otra clave importante en el establecimiento de límites está en el aprender a decir “NO”, y por lo general este es un problema de autoestima, porque en automático pensamos que si decimos no, nos van aceptar menos, nos van a querer menos, o nos van a rechazar, la dificultad está porque los manipuladores emocionales te hacen sentir esto, es decir cuando una persona es manipuladora te pide algo, siempre jugará con el hacerte sentir culpable o hacerte dudar de ti ante la respuesta de “NO”, haciéndote sentir como siempre debieras decir “SI”, y no, normaliza el decir “NO”, si no quieres, si no tienes ganas, es sano decir un no, gracias, y ya está, o un “NO”, no puedo hacerte ese favor ahora, y ya está, si el otro se enoja, no es culpa tuya, no te sientas culpable.
No te sientas culpable
Si las personas no establecen un límite es precisamente por esta razón, es porque piensan que esta mal, y no, no esta mal, eso tenlo claro, los límites emocionales los establecemos de manera natural, y son necesarios debido a que muchas personas están acostumbradas a ser transgresoras, es decir, a “hacer”, sin medir consecuencias de si lastiman o no a otros, y es por ello que necesitas tener esos límites, porque nunca sabes de donde puede surgir una situación negativa, en el caso más simple bastará con simplemente decir “No me parece que hagas eso, deja de hacerlo por favor”, en los casos más graves, será necesario tomar tu distancia, el ser claro con la persona, usar el diálogo y decirle, mira que si continuas así lo siento pero no voy a tolerar eso, y optaré por simplemente seguir con mi vida, pero tu no estarás ahí.
Para ello te hablaré un poco de cómo es que yo establecí mis límites, no me da miedo ni pena decirlo, durante mi época de estudiante de preparatoria, sufrí de bullying y, afortunadamente fue solamente durante un tiempo hasta comencé a establecer mis límites, que curioso esos mismos que me hacían bullying eran los mismos que cuando no podían aprobar una asignatura se acercaban a mi, y mi primer límite fue el no, no te voy a ayudar, con la pena, osea me jodes la vida y quieres mi ayuda, si bien en un principio me costaba decir no, aprendí algo, ser recíproco, hay personas que cuando he necesitado ayuda han estado ahí, ¿porque decirles no?, mientras que hay otras que no existen en vida, más que cuando necesitan ayuda, entonces ¿Entonces porque decirles si?, ya ves cómo funcionan los límites, un ejemplo más ahora años más tarde de esa época complicada, muchos “Amigos” entre comillas, se acercan pero intentando tener ese mismo comportamiento, mira que no tengo porque aguantarlos, bye, a estas alturas de mi vida, prefiero tener 3 amigos cercanos, que unos muchos pseudo amigos, con decirte que no les respondo ni el whatsApp, no me interesa tener a personas así en mi vida.
Y por ello te digo, no, no te sientas culpable, si es por tu salud mental y emocional, no dudes en decir no, no dudes en decir hasta aquí, no dudes en quedarte a escuchar, vete, no te quedes, no es egoísmo, es salud mental.
¡Espera, tenemos un regalo para ti!
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