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¿Los trastornos de atención son para siempre?

Los síntomas de hiperactividad–impulsividad se presentan en primera instancia, pero declinan más abruptamente con la edad que los síntomas
de inatención. Con base en esto, hay autores que han cuestionado la clasificación en subtipos, argumentando que se trata más bien de dos fases de una sola alteración; en una etapa temprana del desarrollo (en la etapa pre–escolar) predominan los síntomas de hiperactividad y, en una etapa posterior, estos síntomas se acompañan por problemas de atención.

Algunos autores, basados en el hecho de que los síntomas asociados con el trastorno de la atención disminuyen en intensidad o desaparecen con la edad, han sugerido que se trata de un retardo en el desarrollo, que impacta principalmente en los mecanismos asociados con la inhibición conductual y el control autorregulatorio.

Por otra parte, se ha intentado establecer una relación entre el tipo de sintomatología que se presenta durante la infancia y posteriores alteraciones que pudieran manifestarse en los pacientes con trastornos de la atención, encontrando que los niños que mostraron un predominio de hiperactividad durante su infancia tuvieron mayor incidencia de problemas durante la adolescencia que aquellos que sólo presentaban inatención.

Fuente
MENESES, SERGIO (2004). Trastornos de la atención. Sinéctica, Revista Electrónica de Educación, (25), 67-74. [Fecha de Consulta 2 de Mayo de 2020]. ISSN: 1665-109X. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=998/99815899009