Hablar de inteligencia emocional puede ser muy simple o muy complejo, ya que todo este tema ha sido ampliamente estudiado tanto como constructo, sin embargo en la actualidad incluso está cambiando de cierta forma la visión que tenemos sobre la psicología, ya que como tal podríamos decir que el fundamento básico de la psicología en lo que ahora llamamos psicología clínica se encuentra en estudiar las patologías mentales, todo lo relacionado con inteligencia emocional nos está haciendo mirar hacia el lado no patológico del ser humano pero que de alguna manera puede repercutir de forma significativa en la vida.
De nuevo este tema es cuestión de perspectivas ya que si vemos la inteligencia emocional únicamente como constructo sería fácil encontrar una definición de acuerdo a ciertos autores, pero hoy quiero que miremos más allá y hablemos de ello como visión general relacionada con la psicología.
La inteligencia emocional hace referencia a cómo nosotros mismos entendemos nuestras emociones y la de los demás así como también aprendemos a manejar estas de manera adaptativa, por supuesto que también juega un papel importante la perspectiva que tenemos sobre estas mismas.
Y es que la idea de trabajar en nuestra inteligencia emocional se popularizó tanto debido a que las personas con el tiempo han comenzado a ser conscientes de cuánto afectan o influyen las emociones en nuestro día a día, es decir puede que nosotros no tengamos ningún cuadro patológico pero a pesar de ello tengamos una salud mental deteriorada en algún nivel, esto debido al mal manejo o gestión de ciertas emociones lo que sin duda es un tema a considerar.
De hecho en su mayoría las personas que asisten al psicólogo no lo hacen porque tengan algún cuadro patológico específico, si no porque muchas veces necesitan aprender a gestionar ciertas emociones o reaprender, porque puede que hayas aprendido por ejemplo a gestionar tu ira de manera equivocada, es decir cada que te enojas lo que quieres es golpear a todo mundo, si, es tu forma de gestionar tu ira, pero no es algo ni sano ni adaptativo ya que por obviedad genera problemas familiares, de pareja, en el trabajo, en la escuela, etc etc.
Entonces es ahí cuando podemos mirar cuánto influyen en nosotros las emociones, por hablar de otro ejemplo, afrontar el sentimiento de soledad o emoción de tristeza en específico, que en la actualidad debido a la pandemia, muchas personas están sufriendo de esto, por distintos temas, al nivel de que han habido en diferentes países suicidios, por lo que de nuevo, es muy importante hablar del tema y como esto está siendo sumamente importante para la psicología y por ello se continúan realizando diversos estudios.
La inteligencia emocional consta de 5 componentes básicos que necesitamos conocer para trabajar en ellos a través de diferentes estrategias.
- autoconciencia emocional: conocimiento de nuestras propias emociones y sentimientos.
- Autocontrol emocional: gestión adecuada de nuestras emociones y sentimientos de manera adaptativa.
- Motivación: hace referencia a cómo debemos enfocar nuestras emociones rumba alcanzar objetivos específicos
- Reconocimiento de las emociones en los demás: hace referencia a la empatía.
- Habilidades sociales: mantener una relación adecuada con los demás.
Estas características mencionadas anteriormente son las que una persona con una alta inteligencia emocional presenta, y por supuesto son las que necesitamos trabajar para poder hacer mención de que somos personas inteligentes emocionales.
Ahora bien, pasaremos a la parte más práctica, que es como trabajar en estos aspectos:
Emociones y conductas
Unas de las primeras cosas que necesitas para mejorar tu inteligencia emocional es aprender a reconocer qué emociones presentas y cómo influyen estas en lo que haces, en su mayoría las personas actúan acorde a como sienten, de ahí que en ocasiones se muestran impulsivas, por eso es necesario aprender a mirar con detenimiento qué emociones te hacen actuar de una u otra manera determinada, eres una persona ¿reactiva?, es decir que actúa de acuerdo a como siente siente sin pensar en dicha conducta, es aquí cuando es necesario que reflexiones en tus conductas y en cómo te sientes antes y después de ellas. Es necesario que cuando comiences a sentir una emoción pienses cual es la mejor forma de actuar, piensa en diferentes alternativas y no solamente en una.
Cuestiona el porqué del comportamiento de los demás
Cuando hablo de cuestionar me refiero a que te preguntes a ti mismo, porque esa persona actúa de esa manera, ¿Será por cómo se siente, por lo que ha vivido hace mucho, porque no gestiona bien sus emociones? etc. etc. Con esto me refiero que necesitas preguntarte porque el otro hace lo que hace, esto sin duda te ayudará mucho a poder ser empático, a poder entender cómo se siente el otro y a tender las razones de porque las personas hacen lo que hacen, incluso podría ayudarte a manera de espejo mirar que tal vez los demás no son tan diferentes a nosotros en cuanto a su comportamiento lo que nos ayudará a mirar una conducta nuestra en otra persona, mirar cómo influye en el contexto.
Diario emocional
Es sin duda una de las mejores recomendaciones, lleva a cabo un diario con todas las emociones que sientes a lo largo del día, y reflexiona en ellas, desde donde crees que provienen hasta como te llevan actuar, cuanto tiempo las sentiste, cómo manejaste esa emoción, sin práctica no hay mejoría eso es necesario que lo tengas claro, si quieres que algo mejore tienes que trabajar en ello. Es preferible que utilices una libreta específica y única para ello.
Expresa
Es muy importante aprender a expresar y esto se consigue también con la práctica, de poco nos serviría trabajar en la inteligencia emocional si únicamente reprimimos las emociones, no, la idea no es reprimir si no por lo contrario aprender a expresar de manera asertiva, es decir expresar y comunicar nuestras ideas, emociones y sentimientos pero sin lastimar a los demás, para ello es muy importante ya haber reconocido las emociones con anterioridad y por supuesto haber trabajado en la empatía. Esta sin duda es una de las cosas más difíciles de llevar a cabo ya que implica una modificación significativa de de nuestros patrones de conducta, por lo que es necesario tener paciencia y practicar.
No juzgues
Punto clave, hace un momento hacíamos mención de cuestionar la conducta de los demás y algo que se contrapone a ello, es el hecho de juzgar, es decir considerar negativamente las conductas de otros y ver como correctas las nuestras, vaya pensar o asumir que los demás necesitan trabajar más su inteligencia emocional que nosotros mismos, siempre hay cosas que mejorar personalmente y nadie está absuelto de poder equivocarse, entonces es importante entender que puede que en el proceso fallemos, pero no significa que los demás estén mejor o peor que nosotros, cada uno vive su proceso y esto lo hace cada uno a su propio ritmo, no te juzgues ni a ti ni a los demás, todos tenemos aspectos emocionales en cuales trabajar y mejorar, es momento que tú te concentres en los tuyos y dejes que los demás se ocupen de los suyos.
En resumen, la inteligencia emocional consiste en poder gestionar nuestras emociones de manera adecuada y con ello adaptarse de mejor manera a los diferentes contextos de la vida cotidiana, por ejemplo lo que les mencionaba en un principio sobre el suicidio, muy probablemente estas personas ya contaban con algún signo o síntoma depresivo muchísimo antes de la contingencia que sin embargo puede que no haya sido detectado o tratado, pero puede que en otros casos esto se haya detonado a raíz de la propia contingencia.
Con lo anterior quiero decir que es muy importante el manejo emocional para poder adaptarse a lo que ocurre a nuestro alrededor, el mundo es cambiante y hay cosas imposibles de prever, y por necesitamos estar preparados ante cualquier cambio en el contexto, desde un cambio en el trabajo, la escuela, con la familia, una pérdida, una ruptura de una relación de pareja, entre muchísimas otras situaciones donde la gestión emocional es clave para poder reducir el impacto emocional que estas situaciones pudieran provocar en nosotros, trabajar en las emociones es un fuerte sinónimo de desarrollo personal y salud mental.
Incluso en situaciones menos complicadas como las anteriores es útil ya que sin duda un buen manejo emocional nos ayudará a ser más resolutivos y menos impulsivos al momento de afrontar cualquier situación, e incluso esta característica individual es ampliamente buscada y valorada en distintos empleos en la actualidad, ya que genera un ambiente mucho más adecuado de trabajo además y sin duda hace mucho más eficaz a un trabajador de cualquier puesto
¡Espera, tenemos un regalo para ti!
Puedes descargar un manual con los puntos más importantes de este capítulo haciendo clic en el siguiente botón: