Todos en algún momento hemos escuchado hablar acerca de la psicología inversa, existen un montón de contenido en internet, televisión o streaming donde por lo menos en una ocasión utilizan como referencia este tema.
Ahora bien, ¿qué tan real es?, es tan simple como decirle lo contrario a una persona para haga lo que esperamos, ¿que dice la psicología del tema?.
Cabe resaltar para comenzar que si existe, e incluso un famoso psiquiatra y autor escribió sobre el tema en relación a la psicología, este autor es Viktor Frankl, ahora bien, créanme que no es tan sencillo como parece e incluso terapéuticamente es difícil de llevarla a cabo sin el entrenamiento adecuado, y aun con este, no existe garantía de que en verdad funcione.
De manera general la psicología inversa hace referencia, a cómo es posible motivar a una persona a que haga algo diciendole lo contrario, aquí cabe aclarar el primer límite claro, hay que tener muy en cuenta que en consulta psicológica dicha acción debe ir de acuerdo a los objetivos terapéuticos, de lo contrario sería simple manipulación emocional, así que mucho cuidado con este tema, ya que entran en conflictos temas éticos y morales, de ahí que como les decía, este no es un tema sencillo de abordar cuando se quiere hacer desde la ciencia.
Ahora bien para comenzar a profundizar en el tema desde la psicología, todo este tema tiene sus fundamentos en algo descrito por Viktor Frankl como “reactancia psicológica o resistencia psicológica”, desde un enfoque meramente cognitivo conductual.
Ahora bien dicha reactancia psicológica se podría describir como la reacción emocional que una persona presenta directamente en contra de las reglas o cuando el sujeto siente que está perdiendo la oportunidad de decidir, por lo que como mecanismo defensivo la persona genera un punto de vista contrario en pro de su libertad de elección.
Y es aquí donde entra de nuevo una singularidad de esta estrategia psicológica, ya que quien la aplica necesita tener conocimientos de este tema y sobre todo de cómo detectar cuando una persona se encuentra en un momento emocional idóneo para aplicar dicha estrategia, de lo contrario no servirá en absoluto. No es tan sencillo como decirle a alguien “Hazlo!” y que la otra persona responda: “Pues no, no lo haré!”
Entonces, ¿con quién usar la psicologia inversa?, se recomienda usar particularmente en adultos sumamente resistentes al cambio o en adolescentes con dificultades en el manejo conductual y emocional, para personas impulsivas, desafiantes o poco calculadoras, y no es recomendado para personas altamente perspicaces, porque son personas que sin duda se darán cuenta de nuestras intenciones, incluso siendo terapeuta.
Por supuesto que también es de importancia entender que esta estrategia per se o por sí misma no es la solución para dichas personas resistentes al cambio, ya que es necesario acompañar dicha estrategia con otras ya sea cognitivo conductuales o de otras corrientes, esta es simplemente una ayuda en momentos puntuales, y utilizada mayormente en temas de motivación.
Con todo lo anterior quiero aclarar que no es tan sencillo como decirle a un adolescente que no quiere limpiar su habitación… “no la limpies” y milagrosamente él dirá, “pues entonces la limpio!”, muy seguramente su reacción más bien sería, “uufff perfecto, pues no la limpio”, a eso me refiero, que no es tan sencillo como parece.
Por ello la recomendación clave para su uso, es esperar el momento cuando el individuo esté haciendo fuerte su argumentación sobre un tema o justificando fuertemente una conducta, para aplicar la estrategia e inducir al sujeto a decidir por lo contrario, ya que esta estrategia juega mucho con el momento emocional, incluso con la impulsividad que una persona pudiera presentar, por ello es importante combinarla con otras estrategias que permitan un beneficio más a largo plazo.
La psicología inversa incluso se utiliza mucho en cuestiones de marketing, y es que al tener un alto alcance por ejemplo cierta publicidad suele generar muchos beneficios para las empresas, sin embargo queda claro que esto no funciona para el 100% de los consumidores en caso de que nos refiramos a un producto.
Y es que para ser aún más específicos existen diferentes tipos de reactancia psicológica, por lo que las personas a las cuales se les intenta aplicar la psicología inversa pudieran reaccionar de maneras diversas, y no de una sola manera en específico, o necesariamente opuesta. Los tipos de reactancia psicológica son los siguientes:
- Restauración directa: esta es la que todos conocemos, y consiste en que la persona hace totalmente lo opuesto a lo que se le menciona cuando siente que pierde su libertad de decidir o siente que es una imposición por parte del otro. Por ejemplo cuando los padres intentan prohibirle algo a los hijos, y estos se saltan la prohibición por que es lo contrario a lo que se les dijo.
- Restauración indirecta: esta hace referencia a que si bien se hace lo contrario pero de manera equivalente, si a un adolescente se le prohíbe salir con amigos, probablemente este decida no hacer sus deberes de la escuela o simplemente no ir.
- Respuestas subjetivas: en este caso se hace referencia a cuando la persona si asume una prohibición, pero genera malestar emocional con la persona que la impuso, generando sentimientos negativos hacia esta.
Como ustedes pueden observar, este es un tema aún más complejo de lo que parece, no es tan sencillo como solo decirle a alguien que haga lo contrario para qué realidad haga lo que esperamos, entran muchos sistemas básicos de la psicología humana en juego.
Por ello se recomienda su uso específico como estrategia, ante personas que son altamente resistentes al cambio, y que además pudieran ser impulsivas, egocéntricas o narcisistas, ya que son personas resistentes a modificar sus creencias o conductas, por lo que esta estrategia iría bastante bien, ahora, otro tema importante es cómo aplicarla, porque tampoco existe un único método, y puede que incluso algunos los hayas usado ya inconscientemente, porque hay que manejarlos con cuidado porque pudieran estar bordeando la línea de la manipulación emocional.
Rendirse:
Una de las maneras de usarla es a través de darle la razón al otro, el típico, “bueno pues tienes razón”, “tú ganas, hazlo que te parezca mejor”. En sesión terapéutica sería exactamente igual, el hacerle mención al paciente que si, efectivamente tiene la razón, siempre dejando un toque irónico al final.
Decir lo contrario:
Este es el más clásico y el conocido por todos, decir lo contrario a lo que queremos que haga en realidad.
Motivación:
En este específicamente es necesario tener mucho cuidado con el uso, ya que pudiera ser contraproducente particularmente en personas con baja autoestima, ya que consistente en más hacerle dudar a la persona de su capacidad para realizar algo con el fin de motivar a que en realidad lo haga, funcionar claramente con personas con ego elevado o narcisistas, pero de no usarla adecuadamente terminaría por ser perjudicial.
Retar:
De manera similar a la motivación consiste en lanzar directamente retos a la capacidad del sujeto para realizar algo, pero de manera mucho más explícita, “No creo que seas capaz de hacer esto por tanto tiempo”, de nuevo pudiera ser contraproducente utilizada de manera equivocada.
Alternativas:
Que esto entra directamente en temas de persuasión en una y dos vías, ya que consiste en darle la sensación de que existen alternativas, pero la que le sugerimos es la mejor, se le presentan todas las alternativas y sus bondades pero se le presenta más fuertemente la que queremos que elija.
¡Espera, tenemos un regalo para ti!
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