Definiciones
La ira o enojo en sí misma es una emoción que experimentamos todos los seres humanos, esto por supuesto en diferente medida y con sus particularidades, si bien la ira es una emoción cuya función es la defensa del sujeto, ésta en muchas ocasiones aparece en situaciones donde no existe peligro, e incluso en situaciones donde simplemente no es necesaria dicha función.
Como se mencionó anteriormente la ira funge un papel adaptativo, como tal, su principal función es la defensa del ser humano a costa de la destrucción del peligro o de lo que ocasiona dicho peligro, es por ello que cuando la ira se manifiesta en situaciones indebidas tiende destruir de diversas formas a las personas, relaciones, o situaciones que se encuentran alrededor de nosotros.
Muchas personas confunden con frecuencia el enojo con la agresión. La agresión es una conducta dirigida a causar daño a otra persona o a una propiedad.
La hostilidad comprende una compleja colección de actitudes y juicios que suscitan conductas agresivas.
¿Cuándo se convierte el enojo en un problema?
La emoción del enojo se convierte en un problema cuando ese enojo se siente con demasiada intensidad, con demasiada frecuencia o se expresa de manera inapropiada.
El sentirse enojado intensa o frecuentemente causa extremado estrés físico en el cuerpo.
Recompensas y consecuencias
La expresión inapropiada del enojo tiene inicialmente muchas recompensas aparentes (por ejemplo, la reducción de la tensión, el control sobre otros). A largo plazo, sin embargo, estas recompensas conducen a consecuencias negativas. Por esta razón se les llama recompensas «aparentes», ya que las consecuencias negativas a largo plazo superan ampliamente las ganancias a corto plazo.
Mitos acerca del enojo
Mito #1. El enojo es hereditario.
Un error o mito común acerca del enojo es que la manera de expresar el enojo es heredada y no se puede cambiar.
La evidencia proveniente de investigaciones realizadas indica, sin embargo, que las personas no nacen con maneras fijas y específicas de expresar el enojo.
Más bien, lo que estos estudios muestran es que, debido a que la expresión del enojo es una conducta aprendida, otras maneras más apropiadas de expresar el enojo también pueden ser aprendidas.
Mito #2. El enojo conduce automáticamente a la agresión.
Otro mito acerca del enojo consiste en creer que la única manera eficaz de expresar el enojo es a través de la agresión.
Existen, sin embargo, otras maneras más constructivas y asertivas para expresar el enojo.
El manejo eficaz del enojo implica controlar la intensificación del enojo mediante el aprendizaje de habilidades relacionadas a la asertividad, la modificación de la conversación negativa y hostil de nuestro lenguaje interno, el cuestionamiento de las creencias irracionales y la utilización de una variedad de estrategias conductuales.
Mito #3. Tenemos que ser agresivos para conseguir lo que queremos.
Muchas personas confunden la asertividad con la agresión.
La meta de la agresión es dominar, intimidar, dañar o lesionar a otra persona; es querer ganar cueste lo que cueste. Por el contrario, la meta de la asertividad es expresar los sentimientos de enojo de un modo respetuoso hacia otras personas. Expresarse de manera asertiva no le echa la culpa o amenaza al otro individuo y reduce al mínimo la oportunidad de causar daño emocional.
Mito #4. Siempre es deseable expresar el enojo.
Durante muchos años, la creencia popular era que la expresión agresiva del enojo, como gritar o pegarle a la almohada, era terapéutica y saludable. Los estudios de investigación han encontrado, sin embargo, que las personas que expresan su enojo de manera agresiva simplemente llegan a ser mejores en su función de sentirse enojadas. En otras palabras, expresar el enojo de una manera agresiva refuerza la conducta agresiva.
El enojo es un hábito
El enojo se puede convertir en una respuesta rutinaria, familiar y predecible a una variedad de situaciones. Cuando el enojo es demostrado frecuente y agresivamente puede convertirse en un hábito mal adaptado.
Por definición, un hábito se refiere a la ejecución automática de un comportamiento una y otra vez, sin pensarlo. La expresión agresiva y frecuente de emociones de enojo puede considerarse un hábito mal adaptado porque produce consecuencias negativas.
Cómo superar el hábito del enojo
Usted puede superar el hábito del enojo si toma conciencia de las situaciones y circunstancias que desencadenan su enojo y las consecuencias negativas que resultan del enojo. Además, necesita desarrollar estrategias para manejar su enojo eficazmente.
Escala para medir el enojo
Una manera simple de observar las manifestaciones de enojo es usando la escala llamada “escala del enojo”, que va del 1 al 10.
Una designación de 1 en la escala representa una ausencia total de enojo o un estado total de calma, mientras que una designación de 10 representa una iracunda y explosiva pérdida de control que lleva a consecuencias negativas.
Durante la próxima semana, observe y registre cada día el nivel más alto que alcance en la escala del enojo.
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Referencias:
Reilly PM, Shopshire MS, Durazzo TC, y Campbell TA. Problemas de abuso de sustancias y trastornos de salud mental: Cuaderno de ejercicios para el participante.Programa para el manejo del enojo en clientes con DHHS Publicación No. (SMA) 06-4189. Rockville, MD. Centro para el Tratamiento del Abuso de Sustancias, Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y la Salud Mental, 2006.