Es bien sabido que el ser humano es social por naturaleza, debido a esto a lo largo de los años vamos formando diversos lazos de amistad, pero existen marcadas diferencias entre las relaciones de amistad, masculinas y femeninas.
Es bien sabido que el ser humano es social por naturaleza, debido a esto a lo largo de los años vamos formando diversos lazos de amistad, pero existen marcadas diferencias entre las relaciones de amistad, masculinas y femeninas.
Una de las principales diferencias radica en cuanto a lo emocional, ya que la amistad en los hombres suele tener un matiz más del tipo instrumental, es decir que tienden a realizar un mayor número de actividades juntos, y dichas actividades tienen un fin, suelen ser mucho menos emocionales ya que si alguno del círculo de amigos tiene algún problema, estos tienden a reunirse pero no para hablar del problema sino para realizar otro tipo de actividades, como lo ya típico de beber algo juntos, y olvidarse de lo sucedido, de la misma forma los hombres suelen cuidar menos sus relaciones de amistad.
En cambio, las relaciones de amistad femeninas tienen una base mayormente emocional, tienden a estar en contacto frecuentemente, brindarse apoyo y en consecuencia tienden a contarse todo, de ahí que se forme una relación más estrecha entre amigas, de la misma forma estas relaciones de amistad se muestran más duraderas que la de los hombres, debido a la ya mencionada cercanía entre estas.
Las relaciones de amistad femeninas suelen mostrar gran cantidad de similitudes con las relaciones de pareja, debido a la gran emocionalidad que se encuentra inmersa en dicha relación, en consecuencia, el hecho de finalizar una relación de amistad suele ser más difícil para las mujeres que para los hombres.
También se muestran diferencias en cuanto a la resolución de los conflictos, ya que en las mujeres estos conflictos suelen tornarse más intensos en cuanto a lo emocional, suelen ser peleas algo más dramáticas, a diferencia de los hombres donde las peleas suelen ser mayormente violentas, pero la gran diferencia radica en que los hombres se muestran menos rencorosos.