El ser humano, social por naturaleza es, cuidadoso, simpático, altruista y egoísta a modos dispares… Pero así fue la adaptación social, económica y cultural de nuestros días. Unas personas ayudan a otras hasta volverse voluntarios en ocasiones o por el contrario tratan de mantenerse al margen de los problemas ajenos, viendo siempre por beneficio propio; la sociología ha estudiado las raíces de este comportamiento dispar, variable de ocasión en ocasión y de individuo en individuo.
¿Por qué existen “buenos samaritanos”? Obviando cuestiones religiosas que fomenten la reciprocidad entre pares, hay individuos que sin ideologías marcadas ofrecen apoyo a los necesitados y esto ¿Por qué ocurre?
Por un factor en específico. Pero antes de ir a este, es necesario hacer un poco de diferencias…
Ayuda y altruismo… ¿Sinónimos?
Aunque existe la creencia popular de que ayudar es ser en ocasiones una persona altruista, bondadosa, con un alma de luz, lo cierto es que existe una diferencia marcada entre estas dos palabras ¿Te puedes identificar con ellas?
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La ayuda más que nada se refiere al acto de solidarizar con una persona y por ti mismo querer ayudarla; también se le podría atribuir al término ayuda a la acción de realizar actividades con un sujeto, el cual remunere el esfuerzo (la “ayuda” se da al realizar la acción y hacer menos cansado el trabajo del sujeto). De igual forma el término ayuda se da más bien de forma selectiva, pues generalmente queremos ver por el bien de nuestros seres cercanos.
Con el altruismo lo anterior cambia de acciones particulares a querer por el bien general de un grupo de personas, muchas veces desconocidas para el sujeto, pero que han logrado despertar simpatía en él y por eso ofrece aportar sin retribución alguna, llegando en casos extremos importar más el ayudar que el interior del individuo altruista para él mismo.
Entonces… ¿Por qué existen personas altruistas?
Volviendo a la pregunta del principio, estudios han detallado que generalmente, un individuo empieza a desarrollar características altruistas luego de haber ellos, sufrido una situación traumante o extremadamente complicada para ellos (Séase una enfermedad, fallecimiento de un ser querido, ruptura amorosa, situaciones de trabajo, etcétera). En el sujeto lo anterior llega a ocasionar una empatía desbordante por las personas que en los alrededores sufran de la misma condición que el sujeto experimentó previamente (Los casos más marcados de lo anterior se da en los desastres naturales).
Asimismo, varios investigadores más advierten que el tener una personalidad altruista, podría ser un síntoma de una baja autoestima o problemas internos graves. El sujeto con pensamientos altruistas busca ayudar a los demás, con el fin de sentirse mejor con uno mismo (Como una especie de paga emocional, de ahí la frase “Hacer el bien y ayudar es la dicha más grande que uno pudiera conseguir, mayor que cualquier riqueza”) y en ocasiones para limpiar culpas y remordimientos pasados.
¿Es malo ser altruista?
Para nada… Si eres una persona que busca el bien de sus pares, quiere decir que eres un ser que ha aprendido el valor de la solidaridad en sus últimas consecuencias y lucha por un mundo mejor; pero también podría significar algo más allá de lo anterior dicho, un problema interno del cual, antes de ayudar a los demás (o al mismo tiempo) se es recomendable poner atención. En estos casos el autoconocimiento es tu mejor aliado.
¿Eres una persona altruista? ¡Compártenos tus ideas! Para que no te quedes sin nada qué leer, te invitamos a visitar el siguiente artículo con frases que, si eres mujer, seguramente haz dicho, y si no, son importantes que las conozcas. ¡Nos vemos en próximos artículos!