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Escuchar hard rock, punk, heavy metal… ¿Nos vuelve agresivos?

Nos vuelve agresivo la música rock y metal
En Más Sobre Psicología, hablamos en una ocasión pasada sobre algunos estudios que tratan vincular actitudes específicas con el género musical que escuchan las personas. El día de hoy (y a modo de continuación), hablaremos sobre los géneros musicales que, a ojos de la sociedad, producen en sus escuchas comportamientos agresivos, ansiosos y se asocian con el consumo de drogas (e inclusive en algunas religiones, estos géneros de música son prohibidos por ser “satánicos”). ¿Qué tanta verdad hay en todo esto?
 
Ninguna correlación es exacta
 
No todos los hippies eran pacifistas, ni todos los pacifistas eran hippies, así como también no todos los genios escuchan música clásica 24/7… muchos de ellos tienen preferencias musicales iguales o muy parecidas a la de una persona normal. Por lo que, vincular a las audiencias del metal (y géneros en apariencia similares), con actividades delictivas o con la agresividad tampoco sería acertado; muchas de las críticas a estos géneros musicales son por la apariencia que tienen sus adeptos, la cual resulta ser muy diferente al común, así como también, las letras de las canciones del género, para alguien fuera de la esfera, diría que “no son más que simples gritos” …
 
Sin embargo, el juzgar por la apariencia es algo que, a nosotros, los seres humanos se nos da muy bien, y se repite en cada uno de los géneros musicales, teniendo pues, estereotipos en nuestra mente de cada uno de ellos…
 
Ahora bien ¿Cuál es la realidad?
 
Como mencionamos antes, nunca correlación y estudio que intente marcar cómo son los escuchas de algún género musical, es una verdad absoluta, pues todos somos diferentes y puede que no compartamos ninguno de los rasgos evaluados en los estudios…
 
Unartículo publicado en el diario de las neurociencias “Frontiers” intenta encontrar qué tanto puede influir el escuchar música (considerada como “agresiva”) en las personas. El estudio consistiía en estudiar a 39 voluntarios, y realizarles una entrevista, donde se hablaría de un tema polémico que causaría enfado e indignación en el sujeto estudiado. A este se le dejaría solo por 10 minutos, con un reproductor de música, con el cual podría elegir entre escuchar géneros extremos (hard rock, punk, heavy metal, etc…) o varios otros (cabe recalcar que todos los voluntarios eran escuchas frecuentes de la música extrema).
Los resultados fueron sorprendentes: las personas que escucharon en sus 10 minutos de relajación, música “agresiva” hubo un decrecimiento de los niveles de hostilidad presentados previamente durante y justo después de la entrevista (el resultado esperado era que la hostilidad aumentara de forma exponencial luego de la escucha de la música extrema). La conclusión fue clara: Los sujetos usaron esta música como calmante a su agresividad e indignación, y no como un multiplicador de emociones negativas.
 
Por otra parte, existen otros estudios donde se contradice todo lo relatado anteriormente. Este es el caso del estudio realizado por la UniversidadAutónoma de Puebla, en el año 2006, donde de acuerdo a diversas triangulaciones hechas a raíz de pruebas psicológicas a voluntarios, destacaron que, el escuchar heavy metal y similares en alto volumen durante un momento de agresividad, podría ocasionar que el escucha aumente su hostilidad, usando la música como un multiplicador de emociones negativas.
Como vemos, ninguno de los estudios es ciertamente concluyente para nuestra realidad, por lo que debemos dejar de basarnos en simples estadísticas y centrarnos más en nuestras propias conductas.